Las familias lingüísticas colombianas reflejan una riqueza cultural impresionante que se extiende a lo largo y ancho del país, abarcando una variedad de idiomas indígenas que han evolucionado a lo largo de milenios.
Estos idiomas no solo son vehículos de comunicación, sino también portadores de historias, tradiciones y cosmovisiones únicas de los pueblos originarios que han habitado estas tierras desde tiempos inmemoriales. Desde la vasta diversidad lingüística de la Amazonía hasta las lenguas ancestrales de la Sierra Nevada de Santa Marta, cada familia lingüística representa un tesoro cultural invaluable que contribuye profundamente a la identidad y la historia de Colombia.
Colombia es un país conocido no solo por su biodiversidad, sino también por su rica diversidad cultural y lingüística. A lo largo de su vasto territorio habitan numerosas comunidades indígenas, cada una con su propia lengua y tradiciones. Estas lenguas indígenas se agrupan en diferentes familias lingüísticas, reflejando una variedad de orígenes y evoluciones lingüística
Las familias lingüísticas son grupos de lenguas que comparten un ancestro común y presentan similitudes estructurales y léxicas. En Colombia, estas familias abarcan una amplia gama de lenguas, algunas con miles de hablantes y otras en peligro de extinción.
Los estudios sobre las tribus indígenas, se han basado principalmente en el aspecto lingüístico. Tres grandes familias: Familia CHIBCHA, CARIBE y ARAWAK.
Tribus indígenas de diferentes familias, con diversas religiones, idioma y costumbres. Las comunidades primitivas que alcanzaron el sedentarismo, con la agricultura solucionaron el problema de alimentación. Desarrollaron importantes conocimientos de astronomía, medicina, tejidos, orfebrera y cerámica
El territorio de la actual Colombia, según algunos investigadores, estuvo habitado hace cerca de 11.000 años por tribus que pertenecían a las familias Chibcha, Caribe y Arawak. Cada comunidad indígena alcanzó diferentes niveles de progreso. Sin embargo, tuvieron las siguientes características comunes:
Fueron politeístas, es decir, creyeron en varios dioses como la Luna. el Sol, la serpiente, la rana y el jaguar.
Creyeron que había otra vida después de la muerte.
El territorio que habitaron fue de propiedad comunal.
Practicaron el trueque, o intercambio de productos.
El gobernante de cada tribu fue un cacique.
La base de su alimentación fue el maíz.
Estos estudios han llevado a clasificar las tribus en tres grandes familias: Familia CHIBCHA, CARIBE y ARAWAK.
El referirse a familias significa que se habla de grupos pertenecientes a una misma comunidad lingüística, en los cuales puede haber diferentes dialectos y lenguas, pero con una base en común.
Las culturas prehispánicas de Colombia florecieron en extensos territorios de límites imprecisos. De sur a norte, estas regiones culturales son: la costa suroccidental sobre el Pacífico, donde creció el núcleo Tumaco-La Tolita, entre los años 400 a. C. y 500 d. C.
De este son admirables miles de cerámicas, muchas con una volumetría escultórica, en las que, aparte de su diversidad temática —figuras humanas, de animales, de viviendas—, aparece una evidente inclinación realista: en tipos humanos, expresiones, actividades, enfermedades, escenas de sexo, etc.
También se han encontrado en cerámica multitud de vasijas, ralladores, rodillos y sellos, los últimos con bellos diseños orgánicos y geométricos.
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