Vivir Cartagena es recorrerla palmo a palmo, es un viaje por el tiempo para internarse en los vestigios de su pasado.
Cartagena esta ubicada en una bahía exhuberante y privilegiada. Bordada de estrátegicas murallas construidas por ls españoles, no tardó en consolidarse como un candado del caribe para resguardar el oro y la plata de las colonias españolas de los ataques de los ávidos piratas y corsarios de imperios rivales.
El Casco Antiguo de Cartagena es un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco: un laberinto de callejuelas adoquinadas, balcones cubiertos de buganvillas e iglesias enormes que proyectan sus sombras sobre las frondosas plazas
El Aeropuerto Internacional Rafael Núñez se encuentra a 15 minutos del centro his¬tórico de la ciudad. Se trata de un mo¬derno aeropuerto de especificaciones internacionales para dar cabida a todo tipo de aeronaves. En él aterrizan las principales aerolíneas nacionales y varias internacionales, que de manera directa o en conexión, se dirigen a todos los destinos del mundo.
Desde Bogotá, Bucaramanga, Cúcuta, Medellín, Cali y el eje Cafetero (Armenia, Manizales y Pereira), Cartagena se encuentra interconectada por las carreteras Troncal del Magdalena Medio y Troncal del Caribe que hacia el norte la une con Barranquilla, Santa Marta y Riohacha y llegan hasta Paraguachón, frontera con Venezuela.
De Barranquilla a Cartagena pueden utilizarse dos vías: la carretera de La Cordialidad y la carretera al Mar. La primera es la más antigua y tradicional y la que usualmente toman los autobuses interdepartamentales; y la segunda, la más reciente, corre paralela al mar, desemboca en el norte de la ciudad en proximidades al aeropuerto, y es la que toman las pequeñas empresas autorizadas de servicio colectivo.
Cartagena presenta una importante y muy segura ubicación dentro de la cuenca del mar Caribe, que asociada a la cantidad de atractivos paisajísticos, históricos, culturales, comerciales y técnicos, la posicionan como una escala casi imprescindible de los cruceros de placer que surcan las aguas caribeñas. Más de 200 000 pasajeros por temporada llegan a este puerto del Caribe, que posee una moderna terminal y facilidades para los recorridos por la ciudad.
Cartagena de Indias cuenta con cinco marinas de recreo. Los navegantes de vela o de yate disponen de varias y seguras marinas dentro de la bahía, con adecuación y dotación para sus estancias temporales, entre ellas el Club de Pesca, Todomar, Marina Santacruz, El Club Náutico y la Marina Manzanillo.
carecen de taxímetros, pero sus tarifas están oficialmente reguladas; no obstante, antes de abordarlos es conveniente cerciorarse del precio del trayecto.
Tienen rutas a varios puntos de la ciudad por los principales corredores viales, con tarifas fijas por pasajero.
Intercomunican toda la ciudad con el centro histórico y los barrios de la ciudad. Son más económicos, pero más demorados en sus desplazamientos.
El más importante sistema de transporte urbano, a lo largo de un eje vial que corre desde el lugar que se conoce como Bomba del Amparo hasta la entrada al barrio Bocagrande.
Si se quiere pasar una jornada de esparcimiento diferente en la vecina isla de Tierrabomba, que está frente a Bocagrande, se puede tomar una lancha colectiva o individual de las que se ubican para este propósito cerca del hotel Caribe y de la avenida del Retorno de El Laguito.
Desde el muelle de La Bodeguita o desde el mercado de Bazurto, todos los días parten pequeñas embarcaciones durante las primeras horas de la mañana.
Las embarcaciones turísticas que se desplazan hacia las Islas del Rosario, Barú, Bocachica o las Islas de San Bernardo, parten desde el muelle turístico La Bodeguita, en la bahía de las Ánimas. El embarcadero cuenta con cómodas instalaciones de espera, boutique y cafetería. Para ingresar, los turistas deben cancelar el valor de entrada al parque nacional natural. Las lanchas hacia sus destinos parten entre las 7 y las 10 a. m, y retornan entre las 4 y las 5 y 30 p.m.
Precaución
No es conveniente contratar viajes con empresas no certificadas por la Capitanía del Puerto para evitar inconvenientes.
Cartagena posee un clima tropical-cálido y bastante húmedo a la vez, influenciado por los vientos que soplan entre diciembre y marzo que dan lugar a estaciones secas y lluviosas. En esta región, el periodo de lluvias se presenta de mayo a noviembre, con máxima precipitación en octubre, y el periodo seco entre diciembre y abril. Las precipitaciones anuales promedio son de 950 mm. y la temperatura media es de 27 °C. La ciudad tiene más de 2640 horas de sol en el año.
La 'noble ciudad' de castillos, muros, sol y mar, fue víctima de asoladoras incursiones de los piratas que infestaban el mar Caribe, porque de su rada salían los galeones cargados de oro y riqueza para España, y a su puerto llegaban cargamentos de esclavos, mercancías preciosas y útiles que eran almacenados en sus bodegas.
Según el profesor e historiador Miguel Camacho Sánchez, en 1498, Cristóbal Colón pasó cerca de esas playas sin detenerse En 1505, don Rodrigo de Bastidas descubrió la totalidad del litoral Atlántico, pero fueron Peralonso Núñez y Cristóbal Guerra quienes anclaron por primera vez en la bahía a la que llamaron Cartagena.
A mediados de 1533, don Pedro de Heredia decidió sentar reales en el villorrio indígena de Calamary, que más tarde, transformado en próspera ciudad, se llamó Cartagena. Mejorada y ampliada por conquistadores, mercaderes y aventureros, quedó reducida a cenizas en 1552, por esta razón, el fundador, ya gobernador, prohibió edificar con materiales que no fueran ladrillos, tejas, calicanto y piedras.
Muestra del poder ibérico son los fuertes, las baterías, los fortines y los castillos, en cuyas construcciones se combinan el ingenio de los arquitectos españoles e italianos con el trabajo y el sacrificio de los esclavos traídos de África para trabajar como bestias de carga.
Casco Antiguo, Corrailto de Piedra o recinto amurallado
Con excepción del sector comercial de La Matuna, la parte que encierran las murallas data de la época de la Colonia. Se distinguen en ella tres barrios principales: El Centro, propiamente dicho o Parroquia de San Pedro, constituido esencialmente por casas de uno y dos pisos, (en el pasado habitadas preferentemente por nobles). La zona de San Diego, albergue de artesanos, militares y personas de medianos recursos; y el sector de Getsemaní, habitado por gentes de estrato popular. Fue desde este último barrio de donde Pedro Romero, ciudadano de origen cubano y armero de profesión, marchó sobre el centro de la ciudad para lanzar allí uno de los primeros gritos de independencia absoluta en Latinoamérica, el 11 de noviembre de 1811.
La zona ha sido cuidadosamente restaurada conservando su originalidad pero dotándola de modernas y funcionales estructuras.
Clásicos ejemplos de vertiginosidad urbanística son los barrios de Bocagrande, sector de playas, hoteles y residencias, y La Matuna, lugar de concentración de la banca y el comercio. Manga y El Cabrero revelan la pujanza y el desarrollo de la primera mitad del siglo XX. El sector de Mamonal, en el sureste, experimentó uno de los desarrollos más notables del país en cuanto se refiere a la industria petroquímica, insumos para el campo, astilleros navales y pesca industrial, etc.
Por ser una ciudad internacional, Cartagena cuenta con gran variedad de restaurantes de cocina criolla, además de los especializados en gastronomía internacional.
Restaurantes:La mayoría se encuentran en el centro histórico, pero también en Bocagrande, Manga, Crespo, El Cabrero, La Boquilla, Mamonal, en las playas y en los sitios de mayor concurrencia turística. Los hay para todos los gustos y presupuestos.
Cartagena de Indias goza de una economía sólida, gracias a una estructura productiva diversificada en sectores como la industria, el turismo, el comercio y una logística de marina mercante internacional que se facilita por su ubicación estratégica entre todas las Américas y el Caribe. En los últimos años, la diversificación de su economía ha sobresalido por el sector petroquímico, el turismo internacional y el procesamiento de productos industriales. Actualmente, es la cuarta ciudad en Colombia en producción industrial.
En Cartagena tienen sede establecimientos de prestigio internacional y grandes cadenas hoteleras. La oferta abarca desde lujosos y exclusivos hoteles boutique, hasta hoteles ejecutivos para comerciantes y viajeros, albergues y hostales.
La ciudad cuenta con dos asociaciones hoteleras, Cotelco y Asotelca que agremian 72 establecimientos de alojamiento y hospedaje. El Registro Nacional de Turismo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo asegura que Cartagena cuenta con 327 lugares para pasar la noche o descansar. Algunos de ellos son de tipo resort, o todo incluido, y otros de variados planes.
Ir de compras por las tiendas de Cartagena es un verdadero placer. El centro histórico, por donde se puede caminar libremente, representa una permanente tentación para el visitante. Allí se congregan las más elegantes tiendas con sus rutilantes escaparates. En la parte antigua existen joyerías, anticuarios, almacenes de artesanías, pequeñas galerías, bazares como el de las Bóvedas, y tiendas de moda de diseñadores reconocidos internacionalmente.
Artesanías:Que de manera diversificada pueden comprarse en las Bóvedas o en almacenes dispersos en el centro histórico o el turístico.
Joyas: Especialmente esmeraldas, elaboradas por artistas y artesanos, disponibles en numerosas joyerías.
Artículos antiguos: Que pueden adquirirse en por lo menos 25 tiendas de anticuarios localizadas en las calles de Santa Teresa, Baloco, Santo Domingo, La Mantilla, La Inquisición y otras del recinto amurallado.
Ropa de marcas reconocidas: Varios diseñadores de talla internacional tienen sus tiendas en varios sectores de la ciudad.
En la noche aparecen los coches, casi todos de modelo Victoriano, que conducen a los visitantes por entre las calles de la ciudad histórica o por los lugares que se consideran de marcado interés, mientras que otros turistas toman provecho de la brisa marina y del fresco ambiente para caminar, divagar o recrearse por entre las calles coloniales.
También, cotidianamente, cuando el sol se oculta, aparece el grupo de danzas folcloricas de Palenque que muestra al público, en el parque de Bolívar, los bailes y la percusión de los tambores conservados desde la época en que sus antepasados vinieron al Nuevo Mundo como esclavos.
La noche ofrece múltiples alternativas en las plazas de Santo Domingo, Los Coches, Santa Clara, de La Aduana y Santa Teresa, en las calles Larga y del Arsenal y en diferentes lugares del centro histórico, los baluartes y las murallas de Bocagrande, la Avenida Pedro de Heredia y los sectores El Amparo y El Bosque.
Restaurantes, pequeños bares, terrazas y discotecas con música en vivo y casinos diversifican las actividades de la noche, que se prolongan hasta el amanecer.
En el centro histórico, sobre todo en la Plaza de Bolívar, hay acceso a la red de forma gratuita, gracias a un convenio entre la Alcaldía de la ciudad y un operador internacional de telecomunicaciones.
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